¡Asegurémonos que todos sean contados en el Censo 2020!
Creemos que todas las personas, independientemente de su raza, su religión o su estatus migratorio, están hechos a imagen de Dios. Nuestra dignidad concedida por divinidad exige un reconocimiento igualitario. Cuando participemos en el Censo, reclamamos nuestra dignidad concedida por Dios y declaramos que estamos aquí.